martes, 19 de enero de 2016

Estampas de Castilla: Las corralas



LAS CORRALAS





          Las corralas formaron parte del paisaje urbano de las viejas ciudades castellanas, manchegas y andaluzas. Su disposición en corredores descubiertos formando un cuadrángulo sobre un patio cerrado posibilitaron y obligaron sí o sí a unas relaciones vecinales tan estrechas que casi rozaban lo familiar. Todos sabían de todos porque apenas pudo existir el anonimato, para bien y para mal. Quizás para aquella sociedad que nos ha precedido tampoco fuera tan importante el ocultamiento de la vida íntima porque en el fondo era una sociedad menos compleja y huraña, prefirieron (tampoco pudieron elegir) compartir con naturalidad su cotidianedad con los convecinos.


          No sé si sería mejor o peor aquel modelo de relación vecinal, pero sin duda más rica, vital y divertida sí. El modelo arquitectónico de estas corralas sería imposible en nuestra sociedad moderna, donde los edificios buscan precisamente lo contrario, el menor contacto posible, ni aun visual, entre unos y otros, como si la vida de cada cual fuera tan importante como para protegerla de la escrutadora mirada del vecino de enfrente. A veces pienso que lo que de veras queremos esconder es precisamente nuestro ordinario devenir y aún más, nuestras miserias.

          Pero en dichas corralas, como forma de habitáculo compartido, si hay algo que no ha cambiado con el paso del tiempo, ha sido el uso comunal de los tendederos como en ésta del barrio castizo madrileño de Lavapiés, retazo de una España que se nos va....

No hay comentarios:

Publicar un comentario