lunes, 18 de enero de 2016

Estampas de Castilla: El Monasterio de las Huelgas Reales, un ejemplo de poder femenino



EL MONASTERIO DE LAS HUELGAS REALES, UN EJEMPLO DE PODER FEMENINO


          Nadie puede negar que Burgos y su provincia es una de las tierras que más puede sorprender al visitante. En la provincia hermana hay cientos de rincones insólitos de gran belleza paisajística, pueblos que aún mantienen las formas arquitectónicas tradicionales y cómo no, las mejores muestras artísticas de todas las épocas, especialmente de la románica y gótica, dado el esplendor e importancia que tuvo el emergente reino de Castilla. A quienes gustamos de la historia,  Burgos se nos muestra como destino obligado por conocer.

          Aprovecho esta introducción para contarles a mi manera algunas cosillas del importante Monasterio de Santa María La Real de las Huelgas, o de las Huelgas Reales, que vengo de visitar. Y digo cosillas porque lo que voy a explicar no tiene mayor trascendencia, ya lo sé, pero que a mí me sirven porque son gestoras de una idea, y cuando eso sucede funciona el magín que es quien mandata a la mano para escribir. Entonces ya tengo la excusa para traerles otro pinito literario.

          Y lo que les vengo a contar de Las Huelgas es un ejemplo de cómo fueron las cosas en la antigüedad, y seguro que sea aplicable a otros monasterios de la vieja Castilla y del viejo León. Después del preámbulo histórico paso a la reflexión final que es donde quiero llegar, que es la de incidir en la importancia que tuvieron las mujeres en el devenir de la Historia y cuyo conocimiento siempre se ha querido, quizás intencionadamente, atenuar.

          Pues bien, este monasterio cisterciense femenino, sito en las afueras de la ciudad, fue fundado por el rey castellano Alfonso VIII y su esposa Doña Leonor de Plantagenet en el año 1187. Aquella reina inglesa tuvo especial interés en instituir un monasterio nuevo que alojara a su hija Constanza, y prefirió esta solución antes que destinarla a cualquier otro de los que ya estaban establecidos. No es casual que el lugar elegido fuera la preeminente ciudad de Burgos ya que era cabeza del reino de Castilla. Para la mentalidad y los planes de la realeza medieval los monasterios eran el destino preferido y el más digno para las hijas solteras a las que no pudieron (o no vieron conveniente) casar con infantes de otras casas reales, habida cuenta de que el sucesor al trono debía de ser varón, trono al que no pudieron ellas optar; pero que mancas sus padres no las iban a dejar, desde luego, como paso a explicar.

           Leonor procuró, siempre en beneficio de la infanta Constanza, como digo, que el monasterio tuviera los mayores poderes posibles y para ello lo dotó, aparte de las heredades correspondientes, de enormes territorios y de fuero propio en virtud del cual ejerció su señorío tanto civil como jurisdiccional, y también recaudatorio de no pocos impuestos. Además lo hizo depender directamente de la corona para que el vigoroso poder de la curia episcopal no pudiera entrometerse en sus negocios. Tales fueron los privilegios que fue adquiriendo el monasterio que en él se armaron los más notables caballeros e incluso se coronaron reyes como Alfonso XI y su hijo Enrique II, amén de constituirse como panteón real y nobiliar. Es decir, Las Huelgas tuvo todas las mayores prebendas posibles, quizás como ningún otro.

           Aquellas aventajadas infantas (que entraron, o no, como religiosas) se ocuparon de los asuntos materiales del monasterio utilizando su posición social privilegiada, dejando los espirituales para las abadesas. Pero claro, cuando aquellas damas además detentaron el cargo de abadesas, cargo principal del monasterio, como la tal Constanza entre otras, aparte del control espiritual del mismo (las abadesas hubieron de tener una fuerza o dominio similar al de los obispos), tuvieron que ostentar y retener un ingente poder político al ser representantes regios.

           Y con este relato me sirvo para llegar a la reflexión de la importancia que disfrutaron muchas mujeres aristócratas de León y de Castilla; mujeres ricas y poderosas, influyentes e independientes, e injustamente, y lo que más me temo, alevosamente, omitidas por la Historia.





No hay comentarios:

Publicar un comentario